Padres y profesores se ´reconcilian´ con una jornada lúdica conjunta en la que no olvidaron las quejas y reinvidicaciones al Govern balear
24.02.2014
Educación.
Con sus más y con sus menos, la pareja padres-profesores salva curso a
curso su relación por amor a los alumnos. Sin embargo, una tercera
persona, el Govern, se ha metido en esta pareja a golpe de TIL y Ley de
Símbolos provocando protestas y, con ellas, una tensión por momentos
insoportable. Ayer, padres y profesores pusieron las bases para la
reconciliación en una jornada lúdico-festiva teñida de verde.
Este curso comenzó caliente y la tensión entre padres y profesores ha llegado a cotas nunca antes alcanzadas. La colaboración entre ambos colectivos, siempre necesaria por el bien de los alumnos, se ha roto en muchos momentos por los conflictos derivados de la aplicación del decreto de Tratamiento integral de Lenguas y la imposición de la controvertida Ley de Símbolos. Ayer, padres y profesores quisieron tender un puente, organizando juntos una jornada lúdica, que se celebró en la explanada del Palacio de Congresos de Santa Eulària. El sol se puso de parte del reencuentro y contribuyó a la buena asistencia.
Buen ambiente, sonrisas, niños encantados con los talleres propuestos y mucha camaradería durante toda la jornada describen un encuentro que podría convertirse en una cita anual.
Las actividades comenzaron a mediodía con la presencia del gigante de Marià Villangómez del Institut d´Estudis Eivissencs, que bailó con los dimonis al son de una animada actuación de percusión. Poco a poco, los talleres de manualidades organizados por centros como el Xarc, el Puig d´en Valls, Sant Ciriac, s´Olivera o l´Urgell, entre muchos otros, se fueron llenando de participantes que también disfrutaron de los cuentacuentos de David y Monma bajo una pequeña carpa habilitada para ello.
Madres como Carmen Rodrigo o Toñi Martínez, de la Apima del instituto Xarc, estaban en marcha desde las ocho de la mañana para colocar mesas, sillas, y los toldos que les facilitó el Ayuntamiento de Santa Eulària. Martínez, que dirige la Apima y forma parte de la FAPA, se alegraba «mucho» de haber conseguido celebrar la jornada. «No vamos a negar que la tensión ha desembocado en mal ambiente y eso, al final, ¿a quién repercute? Pues a los niños», subraya la madre. «Los ánimos están un poco crispados, hay centros que tienen problemas entre la dirección y los profesores, otros entre profesores y padres y otros entre profesores y profesores», explica Martínez, que asegura que con la jornada de ayer quieren demostrar que «es posible la colaboración, trabajar juntos con buenos resultados , porque todos buscan al final lo mismo: una educación de calidad y con garantías».
Vicent Pons, profesor del Xarc, remarcaba en este sentido que están todos bastante hartos de que la educación se utilice como arma política.
En su caso, es tutor de un curso de 27 alumnos entre los que hay once nacionalidades diferentes, desde búlgaros a rumanos pasando por filipinos o ingleses. Como para ponerse a aplicar el TIL. «Se tienen que poner medios y tener en cuenta las peculiaridades de las islas en materia de alumnado, así como los retos a los que se enfrentan los profesores», remarca el docente. «Estoy aquí hoy par respaldar la iniciativa de la FAPA y porque pienso que esta es otra forma de protestar ya que todos hemos quedado bastante agotados e la huelga indefinida. Se trata de buscar otro tipo de reivindicaciones y unirnos a la FAPA es una buena iniciativa», apunta.
Un pacto por la educación
Tanto él como otros docentes abogan por una Ley de educación pensada para durar décadas, como ocurre en los países del norte que les ponen como referencia por sus buenos resultados académicos. «Padres, alumnos y profesores queremos un pacto en educación y no estar sometidos a cambios cada cuatro años con cada nuevo gobierno», apunta.
Mientras padres y profesores recordaban sus reivindicaciones, muchos asistentes aprovechaban las barras de bebida instaladas para tomar el vermú antes de disfrutar de una de las 400 raciones de torrada preparadas. Los más golosos pudieron degustar también los pasteles que habían elaborado padres y madres para los viajes de alumnos de varios centros. Las actuaciones musicales, que comenzaron con Jordi Matínez y David Keiper, de Arma Sonora, también contribuyeron a animar la jornada.